"La capacidad del bosque quemado para renace de sus cenizas me habló de la esperanza y de la infalible fuerza de la vida"
El espacio en vista cenital representa la estructura de un árbol con sus raíces, tronco y copa.
Se propone por un lado una planta expositiva con esta forma porque el árbol es la figura esencial del bosque y simbólicamente representa la regeneración, la
fertilidad, la continuidad, la vida… La propuesta busca la permeabilidad y adaptabilidad.
Se aboga por una arquitectura basada en elementos naturales y ecológicos. Se contemplan soluciones constructivas adaptables a macro espacios y también para salas más limitadas.
El recorrido expositivo es secuencial empezando en la raiz, siguiendo en el tronco y terminando en la copa.
En cada una de estas zonas el visitante experimentará sensorialmente el inicio del fuego, el incendio, el paisaje devastado, el renacimiento y el nuevo bosque.
El espacio en vista cenital representa la estructura de un árbol con sus raices, el tronco y la copa. El recorrido expositivo es secuencial empezando en la raiz, siguiendo en el tronco y terminando en la copa.
En cada una de estas zonas el visitante experimentará sensorialmente el inicio del fuego, el incendio, el paisaje devastado, el renacimiento y el nuevo bosque.
Crear una experiencia para reflexionar sobre el entorno natural desde un enfoque artístico, emocional y multisensorial.
La exposición quiere ofrecer una mirada sobre la problemática de los incendios forestales que sea atractiva tanto para el público especializado como para el público general.
Hablaremos de una necesidad de cambio y de acción a partir de la idea de un bosque resiliente que se recupera de un incendio. Así nos apoyamos en una narrativa que combina arte, datos e historias, que son de interés general, haciendo llegar los mensajes de la forma más potente y cercana posible a todos los públicos. De esta manera permitiremos incluso a aquellos que no tienen experiencias personales relacionadas con los incendios, obtener una visión de este tema tan relevante.
En la Tierra, siempre hay algo que arde. Los incendios forestales pueden ser iniciados por un rayo o ser provocados accidentalmente por personas. Usamos, también, los incendios controlados para administrar tierras de cultivo y pastos y limpiar la vegetación natural para la producción agrícola. El fuego es parte de la historia del planeta y de nuestra historia como especie.
Los incendios pueden generar grandes cantidades de contaminación por humo, liberar gases de efecto invernadero y degradar involuntariamente los ecosistemas.
La definición científica del fuego repara en que no se trata de una sustancia, sino de una reacción que sintetiza sus alrededores. Partimos conceptualmente de esta definición para caracterizar al fuego como reacción vivaz, poderosa y muchas veces violenta, de la naturaleza.
En esta primera sala se explicará qué es un incendio, qué tipos de incendio existen y qué amenaza suponen.
Todo este contenido irá acompañado de una trama paralela, muy humana y cercana al público que recogerá testigos reales y hablará de sus vivencias alrededor del fuego, los bosques y los incendios.
Los incendios modifican los ecosistemas de forma drástica a nivel local y global. Esta sala invita al visitante a participar en un recorrido donde se combinan experiencia y datos para conectar con la realidad de la devastación y las consecuencias que dejan los incendios a su paso.
El primer nivel (fuera) compuesto por las pinturas de gran formato de raíces de árboles quemados de Regina Saura en un ambiente de silencio absoluto, permite al público experimentar la devastación a nivel sensorial.
En un segundo nivel (dentro), se invita a conocer información y a reflexionar de forma activa, a partir de visualizaciones de datos estáticas y una interacción, empleando en ambos casos materiales que nos hablan de la destrucción como la ceniza o la madera quemada.
Las visualizaciones estáticas buscan reforzar el carácter global de la problemática de los incendios forestales y sus consecuencias: la pérdida de hectáreas de bosque, la pérdida de biodiversidad, los cambios en el clima y la generación de gases de efecto invernadero, entre otras. Por su parte, la interacción busca conectar al visitante con la problemática de una forma más íntima, recurriendo a preguntas como, por ejemplo, “¿qué te llevarías de tu casa si un incendio amenazase con quemarla
Pocos días después de un incendio empezamos a ver reaparecer una diversidad de seres vivos. En esta sala el espectador presencia el despertar del bosque a través de diferentes elementos para empatizar con la resiliencia de la naturaleza.
El foco se pondrá en los diferentes mecanismos de supervivencia de la naturaleza. Se hablará de los distintos organismos vivos (insectos, animales, los primeros brotes, entre otros) que vuelven al bosque tras un incendio, mostrando el bosque en regeneración como un ecosistema en el que conviven cientos y miles de seres vivos, incluso microscópicos.
Por otro lado generaremos una narrativa que compara nuestra vida humana con la vida de los bosques para concienciar sobre la diferencia de velocidades entre el ciclo vital de la naturaleza y el de los seres humanos.
Vemos, por primera vez, un bosque con árboles. Las dos últimas salas sumergen al espectador en un bosque frondoso y recuperado, y propone un recorrido para reflexionar sobre qué tiene que pasar para que un bosque se recupere y cómo nuestras decisiones afectan directamente a la cadena natural de la que participamos todos. El objetivo es comprender el impacto y las consecuencias de acciones que están en nuestras manos.
Algunos temas a tratar en esta sala:
• La importancia de la salud de los bosques
• La repercusión de la colaboración ciudadana en la prevención de
incendios forestales
• Información sobre buenas prácticas respecto a cómo actuar después
de un incendio forestal para ayudar a la naturaleza, siempre en
concordancia con las autoridades.
Acabaremos la exposición sumergidos en las copas de los árboles, compuestas de hojas pintadas por Regina Saura, proponiendo una experiencia de reflexión y comunidad.
Mientras el público ve la forma final del bosque recuperado desde un punto de vista cenital, que busca generar una sensación de plenitud, calma y abundancia, se le invita a aportar su hoja con un mensaje, a la vez que puede explorar las hojas escritas por los demás.
Se genera así un bosque de hojas que recoge todos los mensajes de los visitantes a la exposición.